La feijoada, que en portugués proviene de frijoles, es un guiso con frijoles y carne de vaca o cerdo, donde los frijoles cambian constantemente dependiendo de la región.
En cada lugar se utilizan los frijoles regionales tradicionales. En el noreste, en Trás-os-Montes, la feijoada se elabora con frijoles rojos, tomates, zanahorias y col, mientras que en Minho y Duero Litoral, cerca de Oporto, la feijoada se elabora con frijoles blancos, arroz y algunas veces, chouriço (o chorizo, la salchicha española) y salchichas farinheira. Es esta versión de la feijoada la que luego se exportó a la antigua colonia portuguesa de Brasil, donde ahora es uno de sus platos nacionales favoritos.
Se puede decir que el amor de Portugal por la carne de cerdo es tan grande que se comen cada parte del animal, excepto el gruñido. El cerdo se puede encontrar en todas partes, desde las sopas a los kebabs a la parrilla e incluso, en los postres. Esta loca obsesión es tan frecuente en todo el país que hay matanças dos porcos, o festivales de matanza de cerdos, donde todas las partes del cerdo se usan en algunos platos como en esta feijoada à transmontana. Lo que no pueden usar se cura y se conserva, para convertirlo en presuntos, o jamones, como en los jamones finos y curados de Lamego en el valle del Duero, en el norte de Portugal.
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